lunes, 23 de noviembre de 2009

Con cierta soledad.

Entre el desacierto de mi vanidad.Sigo buscando esa paz.Mis manos temblorosas, sudando.Mi pecho se ingre de miedo.¿Donde y porque me sigo preguntando?
Corro con los ojos en órbita.Pensando siempre pensando.Tengo frio respiro desolación e incontrolable dolor.Y de repente me voy.
No quiero sentir, me quiero ocultar.De aquel que me sigue mirando.Algo me grita y ruega con cierta desesperación en el fracaso.Y el corazón sigue palpitando con más intensidad.
Siento como algo se quiere esfumar por dentro.Para que aparezca el dolor.Cioran me grita.Por el beso culpable de una santa aceptaría la peor de las pestes como una bendición.Y cuál es el ideal tan destructivo del existencialismo.Como Jean Paul Sartre me comenta en francés.Cualidades me lo grita la gente.Y con una sonrisa irónica me pregunto yo.Con cierto aire de soledad, reprimida soledad de dolor.¡Huye! algo grita en mi ser.Hola trata de sonreír grita el otro lado.Sintiéndome como el lobo estepario con tantas identidades al mismo tiempo.Que veo la locura y cuando menos acuerdo ya estoy en el camino.Para el lado contrario a mi responsabilidad.Con un suspiro de tranquilidad a mi lado bueno quiero llegar.

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